Fue a última hora de la tarde del viernes 27 de mayo, cuando en la sala de la antigua biblioteca pública de Donostia-San Sebastián, la Asociación Altuna Berri presentó en sociedad el libro “Memoria de una luz – Argi baten Memoria”. Este acto era la continuación de la presentación realizada a los medios de comunicación el día anterior y con ello se superaba un largo silencio de ochenta años de la masonería Donostiarra, desde la entrada en la ciudad de las tropas franquistas insurrectas en el mes de septiembre de 1936.
Toda esta aventura de la recuperación de la Memoria Histórica de Altuna comenzó con una fotografía y cuando hablamos e incluso cuando escribimos, casi nunca pensamos en el significado profundo e íntimo de las palabras que se esconde en su etimología. En este caso veremos que “fotografía” significa sencillamente “escribir con la luz”. Gracias al fotógrafo Iñaki San Martín, aquella “escritura de luz” tomó nuevamente vida y aquél mensaje del pasado llegó hasta nosotros. Aquella fotografía misteriosa nos enviaba un mensaje poderoso: –“Dadnos la Luz nuevamente”–, nos decían desde el pasado. Un simbolismo simplemente irresistible para un masón.
La masonería fue de las organizaciones más salvajemente perseguidas por el franquismo. Fusilamientos, represión, exilio y estigma satánico. La Resp. Logia Altuna nº. 52, actual continuadora de aquella exterminada masonería de Altuna nº. 15, es una asociación que reivindica el sentido profundo de la cultura como modo de convivencia y actitud hacia la sociabilidad. Dos formas de entender la cultura que deben presidir todas nuestras actuaciones.
Para dar color y calor a este acontecimiento histórico se reunieron personas con y sin vinculación a la masonería, de un lado y otro del Bidasoa, que compartieron ese momento mágico en que una Luz violentamente apagada vuelve a iluminar desde el pasado un presente con necesidad de recordar una época en que Europa galopaba sobre el dragón del fascismo y en la que los lazos de solidaridad forjados entre las Logias Altuna nº. 15 y las francesas La Zélée y Le Étoile du Labourd, fundadoras las tres de la Logia Spartacus en Hendaia, ayudaron a muchos hermanos a huir de un final fatídico.
La Asociación Altuna Berri está integrada en la Comisión Municipal de la Memoria Histórica del Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián, y colabora en la organización de los eventos conmemorativos de esta Comisión con motivo de los ochenta años del estallido de la contienda civil y dentro del año de la Capitalidad Cultural Europea.
Además de la presentación de este libro, la Asociación Altuna Berri va a organizar unas conferencias para rehabilitar la memoria de estas personas y en otoño va a erigir un pequeño monumento, posiblemente en el Jardín de la Memoria y obra del prestigioso escultor madrileño José Miguel Utande, para recordar de manera permanente la necesidad de trabajar en el perfeccionamiento del ser humano y de la sociedad, y poder honrar anualmente la memoria de las personas injustamente perseguidas por defender los valores de la Tolerancia, la Convivencia y la Razón, frente a los contravalores del dogmatismo, el fanatismo y la intolerancia.