300 Aniversario de la Masonería

Constituciones de AndersonUn día como hoy de hace 300 años, día de San Juan de 1717 en Londres, cuatro logias se reunieron en la taberna el Ganso y la Parrilla para dar comienzo a la Masonería moderna y simbólica.

Efectivamente, 1717 es la fecha de origen de la masonería moderna, también llamada «simbólica» o «especulativa», porque en esos momentos la masonería dejó de ser exclusivamente una congregación de maestros canteros, que construían catedrales y templos físicos, para convertirse además en una sociedad filantrópica y humanista, que aspiraba a construir al ser humano como tal, y eso en todos los niveles posibles (material, intelectual, moral y espiritual) y que para ello utilizaba ciertos símbolos y alegorías relacionados con el paradigma constructivo, como el Templo de Salomón, la Piedra Bruta y la Piedra Cúbica, la Escuadra y el Compás, etc. Así, la obra que pretendía edificar este tipo de masonería era el propio ser humano, la misma humanidad, primero a nivel individual, para luego contribuir a construir una sociedad mejor. Así pues, era una aspiración física y metafísica al mismo tiempo.

Con esta perspectiva en mente, cuatro Logias que ya trabajaban a luz de estas ideas decidieron federarse y constituyeron el 24 de junio de 1717 la Gran Logia de Londres y Westminster. Estas logias fueron las siguientes:

– El Ganso y la Parrilla en la Iglesia de St. Paul, hoy en día Logia Antigüedad nº2, en otro tiempo llamada Inmemorial; se cree que a ella pertenecía Anderson, pastor que redactó las primeras constituciones masónicas. De acuerdo con el listado de Logias de 1729, se dice que existía desde 1691.
– La Corona en Parker´s Lane, que desapareció en 1736 y de acuerdo con la lista de Logias, existía desde 1712.
– Rummer and Grapes de Chanel Road, en Westminster, hoy Real Casa de Sommerset y Logia Inverness nº4, de origen desconocido.
– La Taberna del Manzano en Charles Street (Covent Garden) hoy Logia Fortaleza y Antiguo Cumberland nº 12, de origen también desconocido.

En el grabado que ilustra este post, que corresponde a la portada de las Constituciones de Anderson de 1723, el Duque de Montagu entrega las Constituciones masónicas al Duque de Wharton, primer Gran Maestre de la Gran Logia de Inglaterra.

Evidentemente las ideas del Renacimiento habían propiciado una emancipación del ser humano de ciertos conceptos religiosos, que hasta entonces no le habían permitido abrir ciertos horizontes intelectuales, que a partir de entonces comenzaron a despuntar y a conducir al hombre por la senda de la comprensión intelectual de la realidad y el conocimiento científico. Así, la masonería se convirtió en un luz importante en el siglo de las luces, una luz que todavía hoy sigue alumbrando a muchos seres humanos. Desde la Logia Altuna Nº. 52 queremos tener un recuerdo para aquellos pioneros de este movimiento que ya dura más de 300 años.

Este aniversario inevitablemente genera, tanto a los masones como a los que no lo son, ciertas preguntas como son: ¿Cuál es el papel de la masonería hoy? ¿Necesita nuestra Orden una adecuación a la sociedad actual? Y si fuera así, ¿en qué medida? ¿Es realmente el método masónico algo que está al abrigo del tiempo?… y muchas otras en las que no podemos extendernos aquí. Estas preguntas y sus correspondientes reflexiones, son las que a lo largo de este curso masónico nos hemos planteado en la Respetable Logia Altuna Nº. 52, y a las que hemos intentado dar respuesta. Sin duda, cada masón sabe perfectamente qué es aquello que, Tenida tras Tenida, reunión tras reunión,  le hace estar presente, lo que le nutre interiormente y lo que contribuye a su propia edificación como ser humano.

No obstante, al margen de ciertas consideraciones personales, puedo decir que una de las razones por las cuales sigo siendo masón después de algunos años, es sin duda por esa forma tan peculiar que tiene la masonería de unir a las personas, de congregarlas en torno a ciertos ideales, de permitir una comunicación profunda y cercana, casi íntima, de inspirar ciertas ideas y sentimientos sin imponer, y de enseñar y estimular sin adoctrinar. El método masónico requiere de un difícil equilibrio para funcionar, e intentar alcanzar ese equilibrio forma parte del reto al que cada masón se ve enfrentado. Por mi parte, creo que la Logia Altuna Nº. 52 está muy cerca de ese equilibrio utópico al que desde hace 300 años muchos aspiramos.

Tales.

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