El GADU y Gernika, 1937

GADU y GernikaHace unos meses, con motivo de la preparación de la Tenida Conjunta entre la Resp. Logia Altuna Nº. 52 y la Resp. Logia Spartacus Nº. 6012 de Baiona, nuestros Hermanos del otro lado del Bidasoa nos propusieron responder a la siguiente pregunta, haciendo de ella el eje central de nuestra reunión:

¿Dónde estaba el G.·.A.·.D.·.U.·. (Gran Arquitecto del Universo)* cuando bombardeaban Gernika?

Nuestra Logia presentó el siguiente texto, que de forma resumida publicamos a continuación:

 

 

La guerra civil española fue igual de trágica y cruel que cualquier otra guerra. Los bombardeos empezaron mucho antes que en Gernika. Para llegar a aquel 26 de abril de 1937, poblaciones como Durango, Eibar u Otxandio habían sido bombardeadas anteriormente con saña, y destruidas por la Legión Cóndor de Von Richsthofen y por los Flechas Negras italianos.

Era simplemente el primer paso en la dramática historia de los bombardeos sobre posiciones civiles como arma de guerra. Un macabro campus del I+D del terror, que se preparaba eficientemente para la catástrofe que pronto se iba a a abatir sobre Europa entera.

Pero por muy cruel que pueda parecernos esto, en nada desmerece otras atrocidades acontecidas a lo largo de la historia de las guerras.

Quizás la pregunta podría haber sido formulada de otra forma, con otro enunciado: ¿Dónde estaba el G.·.A.·.D.·.U.·. cuando se llenaban los campos de exterminio y por primera vez en la historia se llevaba adelante un plan sistemático para eliminar una raza entera de la faz de la Tierra?

Si de un concurso de atrocidades se tratase, siempre podríamos encontrar una atrocidad mayor, porque la percepción de cualquier atrocidad es siempre relativa y está siempre matizada por los meandros de la historia, escrita casi siempre, por los manipuladores al servicio de los vencedores.

En ambos casos la pregunta hubiese sido un sofisma, una falsa pregunta, un sutil artificio que nos hubiese incitado a reflexionar en una dirección equivocada y sobre una idea preconcebida, de cómo actua la divinidad clásica en el mundo, en lugar de hacernos reflexionar sobre el símbolo en sí.

Pensar que el vacío existencial que nos deja el silencio irredento del Universo, puede ser llenado con una concepción clásica y bastante noña de la divinidad, es bastante infantil. Pensar que el G.·.A.·.D.·.U.·. está en el Universo para tutelar las acciones de los seres humanos y “premiar a los buenos y castigar a los malos”, como manifestaba la religión cristiana, es querer hurtarnos el verdadero debate sobre este símbolo que preside algunas de nuestras logias.

Tampoco pensamos que la dirección correcta de nuestra pequisa, sobre «dónde se halla el G.·.A.·.D.·.U.·. en tiempo de desgracia», deba limitarse a tratar de discutir si tenemos una libertad de interpretación de los significados del símbolo, o incluso de si dentro de él caben las diferentes religiosidades reveladas, o de si una concepción agnóstica e incluso atea de la existencia pueden encontrar cobijo en una interpretación amplia de la figura del G.·.A.·.D.·.U.·.

El G.·.A.·.D.·.U.·. es para nosotros mucho más que eso.

Si el símbolo del G.·.A.·.D.·.U.·. está ahí, es porque hay un espacio enorme de duda, de incomprensión y de misterio en la existencia humana. Si el símbolo del G.·.A.·.D.·.U.·. se mantiene en nuestros talleres del R.·.E.·.A.·.A.·. (Rito Escocés Antiguo y Aceptado) es porque queremos tener presente, que aunque trabajamos por los seres humanos y para los seres humanos, hay un espacio desconocido, una sombra del Universo que se proyecta muda sobre nosotros, llenándonos de conjoga existencial. Congoja que nos toca asumir y enfrentar desde los valores de la Fraternidad y desde los valores del humanismo. Y no queremos olvidarnos de ello. Queremos enfrentarnos a ello y sobre todo queremos ser capaces de vivir en y con ello.

Esos gigantes de la historia y del pensamiento que fueron los griegos, nos legaron además de la metodología y la estructura de la filosofía y del pensamiento, una reflexión sobre el G.·.A.·.D.·.U.·. Kosmos representaba una idea de «Orden Universal», un principio de orden que se oponía al Caos, una respuesta frente a lo incomprensible, una esperanza frente a la brutalidad de lo desconocido. El G.·.A.·.D.·.U.·. era para ellos un baluarte del equilibrio cósmico que alejaba la desesperanza de sus vidas para poder dedicarse a lo esencial en la convivencia, pero sin olvidar la existencia de ese agujero de desconocimiento sobre el que también era esencial reflexionar.

Nosotros, Queridos Hermanos de la R.·.L.·. Spartacus, no nos sentimos violentados por la presencia de esa ausencia simbólica en nuestras logias, ni por la invocación en nuestras Tenidas de ese lamento existencial, de ese espacio de duda que nos asalta en la soledad de un Universo silente y despiadado, por esa fragilidad de nuestra humanidad que se manifiesta cuando la acción de una divinidad tradicional parece ausente de forma y de sentido.

Gracias a la fraternidad, podemos compartir en común sobre este gran misterio de la existencia humana, y concluir, que aun sin quererlo, aun sin comprenderlo, todos compartimos las mismas congojas e incertidumbres sobre la soledad de una noche sin estrellas y sin respuestas.

Terminamos este texto como empezamos: ¿Dónde estaba el G.·.A.·.D.·.U.·. mientras Gernika era bombardeada?

Estaba. Estaba presente en la esperanza. Estaba con todos los hombres y mujeres de bien que sufrían las brutalidades de la guerra, estaba con todos los seres humanos que ayudaban a sus semejantes y anteponían la fraternidad a su egoísmo; estaba con las enfermeras y con los médicos que acercaban su ayuda humanitaria a los que sufrían, sin preocuparse de quiénes eran; estaba en los hermanos franceses del G.·.O.·.d.·.F.·. (Gran Oriente de Francia), que sin importarles los credos políticos o religiosos, ayudaban a sus hermanos que cruzaban la frontera en busca de refugio; estaba en cada corazón angustiado por el sufrimiento de los demás; estaba en todos los corazones que a lo largo de la historia de nuestra especie prefirieron la fraternidad a la barbarie, la compasión a la insensibilidad, el amor al odio.

El G.·.A.·.D.·.U.·. está Queridos Hermanos, en toda expresión de nuestra Libertad, de nuestra Igualdad y especialmente, de nuestro mayor tesoro como especie, que es la Fraternidad.

R.·.L.·. Altuna Nº 52.
Tenida Conjunta con la R.·.L.·. Spartacus nº 6012.

20 de diciembre de 2017

 

(*) El Gran Arquitecto del Universo, expresado habitualmente con el acrónimo G.·. A.·. D.·. U.·. , es el nombre simbólico con el que suele referirse a la Causa Primera del Universo la Franc-Masonería, independientemente de la idea personal que cada masón se haga de ella.

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